sábado, 24 de diciembre de 2011

Vino y Cigarrillos (Cuento Corto)

ra una noche, Demasiado Fria para ser verano, con mucho mas trafico de lo normal.

El bullicio de alrededor aturdia mis sentidos, mucho mas que de costumbre. Los insectos empezaban a hacer presencia, mientras que tu ausencia se hacia mas profunda, una vez mas mi cama desolada te anhelaban.

El telefono sono, me dije a mi misma "Espero que seas tu, donde estaras?", el miedo a contestar vencio mis ansias mientras pensaba "Vivo en el mundo de la tecnologia porque aun no tengo identificador de llamadas".

El agua de la tetera hervia, Eran casi las diez cuando estaba lista, ya habia cambiado de opinion. Encendi un cigarrillo y fui al balcon. Carros pasaban, pocos en realidad, las luces iluminaban lo oscuro de la vereda. De repente un cuerpo al final de la cuadra se aproximaba, paro frente a mi balcon y poso su mirada sobre la mia, detenida por un segundo el cigarrillo seguia consumiendose.

Paralizada, contemplando esa mirada desconocida, profunda, negra como la misma noche, aspera a la vez, mil pensamientos invadian mi cabeza en ese momento. El cigarrilo se deslizo por mis manos cayendo al vacio, lentamente, mas de lo regular. "Que estoy haciendo, que esta pasando, quien eres" todas preguntas, ninguna respuesta, mientras el cigarrillo impactando con el piso desprendia luces rojas a su alrededor.

La desconocida, esa abajo de mi balcon, se agacho lentamente a tomarlo, fijo su mirada nuevamente en mi y dijo "Gustas?"... Congeladas mis palabras y mis sentidos alcance a decir un simple "UH?". "Gustas?" repitio-- "Si" dije mientras ella caminaba a la entrada de la residencia.

A poco menos de 10 minutos sonaba mi puerta, Imagino que fue el tiempo que le toco decifrar en que apartamento vivia. Cuando abri la puerta alli estaban, esos ojos oscuros con razgos unicos, grandes y alargados, su tez oliva con solo verla sabia que era suave, no era tan alta, un poco mas que yo. Ahi estabamos paradas en la puerta, yo en Shock y ella muy segura de si misma. "May i come in" dijo, "Si, si por supuesto disculpa".

Una vez en la sala, se sento en uno de los individuales de cuero negro, de esos reclinables que venden por los TV shows, de esos que uno comprar cuando tu unica compania es una botella de vino y no tienes TV paga. "Disculpa" fue lo primero que dije tu cigarrillo se consumio, "No te preocupes" le dije, mientras nuestras miradas seguian atadas.

Despues de conversar unos cuantos minutos sobre la vida de ambas, recorde que no le habia ofrecido nada de tomar.. QUE VERGUENZA... No sabia aun ni su nombre, pero si sabia que habia estudiado leyes, y que trabajaba en un Buffete reconocido en la ciudad. Despues de una larga pausa decidi romper el silncio. "Creo que aun no sabemos nuestros nombres, Mi nombre es Sophie" dije -- Ella respondio-- "jajaja, creo que tienes razon, mi nombre es Candice"... Entonces Candice, "Te apetece algo de tomar, cafe, te, Vino, una cerveza quizas?"... Sin mucho pensarlo respondio " Un vino no me caeria mal". Me acerque a la nevera y saque la unica botella de vino que quedaba, de esas baratas que encuentras en los automercado en oferta pero que siguen siendo buenos, bueno al menos eso me gusta pensar. "Sauvingnon esta bien?" Le dije, " Si, si no tengo preferencias no te preocupes".

Despues de dos copas de vino y unas cuentas horas de conversacion, nos encontramos de nuevo sumergidas en nuestras miradas, la verdad es que no sabia que estaba pasando, seria un hechizo?, quien era esta desconociada que llego a mi balcon en el mas estupido cliche, asi como Romeo y Julieta, pero mas bien un Julieta y Julieta, y habia clavado su mirada en la mia. Yo estaba sentada en un mueble doble, habia un espacio libre al lado de mi, suavemente le di dos palmaditas insitandole a sentarse a mi lado. La sena fue bastante clara, a lo que no dudo en acceder a la invitacion.

Inmediatamente al sentarse paso su mano sobre mi muslo piendiendo "Disculpas" al percatar mi mirada, "No te preocupes" le dije. Era absurdo que despues de invitarla a sentarse a mi lado me sintiera tan incomoda, no lo podia evitar, nunca habia pasado, necesitaba escapar por un momento, "Mas vino?" dije, a lo que ella accedio. Me levante a la hielera a buscar la botellas, el contenido ya no alcanzaba ni para una copa, lo verti en su copa y ella sonrio en gesto de agradecimiento.

Bebio un sorbo, y me ofrecio un poco al darse cuenta que mi copa estaba vacia, su mirada seguia clavandose en la mia, pero ya no solo ahi, ahora empezaba a recorrer mi cuerpo... EN QUE ESTABA PENSANDO CUANDO LA INVITE A SUBIR... "ESTUPIDA SOPHIE, ESTUPIDA" me repeti mil veces. Candice percato mi incomodidad y dijo " Creo es hora de que me valla", "NO" grite incocientemente, "EHMMM, No, No temina tu vino seria un desperdicio dejarlo ahi" Dije para remediar la situacion.

La verdad es que no queria que se fuera, me sentia extranamente incomoda ante su presencia, pero a la vez tentada a eso desconocido. Empino la copa sobre sus labios que no tenian mas que lip gloss y un poco de humectante que habia estado utilizando repetidamente desde que llego. Mis ojos no podian dejar de verlos, y mi mente no podia dejar de imaginar que se sentiria besarlos--- "PARA SOPHIE PARA"-- que estas pensando mujer.

La tentacion se hacia mas profunda a medida que el vino se consumia, al empinar la copa por ultima vez y beber el ultimo sorbo de vino, poso la copa encima de la mesa de acero que se que se encontraba la lado del mueble doble, me miro y dijo "hay algo que necesito hacer antes de irme" mi ojos reflejaban el miedo, o al menos eso sentia, que necesitaba hacer Candice antes de irse. Poso su mano derecha en mi muslo, ya empezaba a setir calor, "Veo que te ejercitas" dijo para intentar calmar mis nervios, "si eso intento respondi". Lentamente empezo a aproximarse, su ojos negros, su piel oliva, su cabello corto, liso, de color indefinido, algo asi como un castano rojizo, su labios... Sus labios... ya me habia perdido en sus labios en el momento en que los rozo con la punta de sus dedos...

"No" fue lo ultimo que alcance a decir, cuando ella sin mucha prisa y bastante seguridad se inclino sobre mi para besarme. Pasaron horas, y no podria relatar bien que fue lo que paso, solo se que entre besos, vino, y cigarrillos alternados, mi noche solitaria y en la que recordaba el pasado se habia convertido en una total aventura nocturna que habia comenzado con una desconocida abajo de mi balcon ofreciendome un cigarrillo que ya me pertenecia.

Oriana Perkinson

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